Sunday, December 31, 2006

Un poema de Jaime Gil de Biedma

NOCHES DEL MES DE JUNIO

A Luis Cernuda

Alguna vez recuerdo
ciertas noches de junio de aquel año,
casi borrosas, de mi adolescencia
(era en mil novecientos me parece
cuarenta y nueve)
porque en ese mes
sentía siempre una inquietud, una angustia pequeña
lo mismo que el calor que empezaba,
nada más
que la especial sonoridad del aire
y una disposición vagamente afectiva.

Eran las noches incurables
y la calentura.
Las altas horas de estudiante solo
y el libro intempestivo
junto al balcón abierto de par en par (la calle
recién regada desaparecía
abajo, entre el follaje iluminado)
sin un alma que llevar a la boca.

Cuántas veces me acuerdo
de vosotras, lejanas
noches del mes de junio, cuántas veces
me saltaron las lágrimas, las lágrimas
por ser más que un hombre, cuánto quise
morir
o soñé con venderme al diablo,
que nunca me escuchó.
Pero también
la vida nos sujeta porque precisamente
no es como la esperábamos.

Sunday, December 17, 2006

The Matrix Reloaded and Rethought

Con las otras dos partes (o películas) de The Matrix pasa como con la segunda edición de The Approach to Al'Mutasim, la novela del abogado indio Mir Bahadur Alí, del cuento homónimo de Borges: todo degenera en alegoría. El personaje central de ambas obras –Neo en el primer caso y Al'Mutasim en el segundo– tiene algo de semidivino, pero también es un persona concreta, no un símbolo que puede acomodarse a cualquier lectura.
La primera parte contiene un final: aunque no vemos la destrucción de The Matrix, sabemos que ya existe el poder para destruirla. No es una película inconclusa, que necesita segunda y tercera partes. Sin embargo, los directores encontraron la manera de prolongar las cosas que le habían dado éxito a la primera película. Es la dinámica de la cultura de mercado. Un hallazgo debe repetirse tantas veces como sea necesario y el público se sienta atraído hacia él. Las ideas abundan, pero encontrar una que prospere es difícil; entonces, se impone la repetición.
En "El acercamiento a Almotásim", el protagonista tiene un éxito inesperado con su primera novela. Mir Bahadur Alí es un abogado que decide escribir una novela: la edición, no pretenciosa, se hace en papel de periódico y se agota rápidamente. Ese éxito lo lleva a escribir una segunda versión, con un título diferente y con variaciones significativas. Estas se encaminan a resaltar el carácter alegórico de la historia: Almotásim es una especie de divinidad, capaz de acomodarse a las interpretaciones de las distintas religiones que entran en contacto con él. O sea, lo que en la primera versión era una relación sutil entre el carácter personal y alegórico del protagonista, en la segunda se vuelve obvio.
Si no me equivoco, esta es la misma dinámica del protagonista en The Matrix. Neo empieza siendo "just a regular guy". Pasa por luchas interiores, crisis de fe y de identidad; nadie sabe si él es "The One" o solamente una obsesión de Morpheus. Al final, pero por muy poco tiempo, sabemos que es el esperado. Esto se produce casi al descuido, aunque hay que admitir que ese beso final que lo revive, como una especie de Bella Durmiente invertida, es poco convincente desde el punto de vista dramático. En la segunda y tercera películas, Neo se vuelve un símbolo inequívoco de la divinidad, cuya apoteosis ocurre con su ¿muerte? encima de una montón de máquinas que forman una cruz.
La primera película inventó ciertos códigos visuales: las balas que se pueden ver al desplazarse, los cartuchos vacíos acumulándose en el suelo, las peleas estetizadas: todas estas cosas constituyen elementos innovadores y de éxito. En las otras partes, se repiten hasta el infinito. Los cartuchos se vuelven innumerables; las peleas se multiplican banalmente; todo se vuelve grandioso, self-important. El buen sentido del humor se pierde, las escenas en cámara lenta y con música épica proliferan. Y lo que es peor, la filosofía que subyace en la película, compleja pero planteada en términos entendibles en la primera, se vuelve tan complicada que resulta prácticamente imposible establecer una coherencia. La Matriz se vuelve demasiadas cosas, lo que sólo puede atribuirse a un defecto en la coherencia narrativa, un defecto producido por llevar la película a un nivel más complejo, que termina produciendo pseudofilosofía.
Al final de la tercera parte, alguien pregunta "¿Volveremos a ver a Neo otra vez?". Esta pregunta sólo se puede responder extradiegéticamente y puede plantearse mejor de esta manera: "¿Puede Neo producir más resultados económicos?" De la respuesta sabremos si lo veremos a ver o no.

Wednesday, December 13, 2006

El gen egoísta

Sólo ahora he leído The Selfish Gene (hay edición en español: El gen egoísta), el libro del etólogo Richard Dawkins, que se publicó por primera vez en 1976 y ahora acaba de celebrar su aniversario treinta con otra edición. Dawkins es una figura conocida internacionalmente, no sólo por el carácter divulgativo (que no vulgarizador) de su escritura (de hecho, su puesto en Oxford es Professor for the Public Understanding of Science), sino porque ha hecho varios documentales en los que ha expuesto sus ideas y es una figura favorita de los medios de comunicación. Pero como se dice en el periodismo, toda noticia no leída es nueva. Sólo ahora me he enterado de su existencia, porque su libro se enseña en Luther College como parte del programa Paideia. También porque acaba de publicar otro que está provocando una controversia en todas partes: The God Delusion, donde sostiene que la idea de dios es una invención humana y, de algún modo, una enfermedad.
La teoría de El gen egoísta es simple: todas las cosas, todos los elementos químicos en el universo, tienden a la estabilidad. Los elementos más inestables (sustancias radioactivas, por ejemplo) están en constante desintegración porque su objetivo es llegar a una forma más estable. Una vez alcanzada, esa estabilidad tiende a reproducirse por sí sola. Un gen es básicamente un replicante, una combinación de elementos que tiende a reproducirse a sí misma porque ha encontrado una manera estable de existencia. Todos los seres vivos somos máquinas para la sobrevivencia de los genes. O sea, que la selección natural no se produce a nivel de la especie, de los grupos o de los individuos sino a nivel genético. Un ejemplo, el gen que provoca que un animal o una persona tenga piernas largas y fuertes tiende a reproducirse porque esa característica externa (provocada por el gen, pero externa a fin de cuentas) sirve como defensa frente a depredadores o enemigos. Los genes son eternos: los individuos, las especies, no.
Ahora, su aporte ha sido decubrir que cuando las especies de comportan de manera altruísta (por ejemplo: el pájaro que se sacrifica para alertar a los otros de que hay un halcón cerca llama la atención sobre sí mismo, poniéndose en riesgo de ser devorado él pero salvando a sus compañeros), en realidad sólo se están tratando de proteger como individuos. Ese mismo pájaro tiene más posiblidad de supervivencia él mismo si llama la atención y todos se esconden que si él solo se esconde pero los otros no. Otro ejemplo, la gacela que salta delante del tigre para aparentemente distraerlo y que no se coma a sus compañeros lo que en realidad está diciendo es: "Mira cómo puedo saltar, no intentes perseguirme a mí porque vas a perder."
Eso no quiere decir que no haya altruísmo o, mejor, una especie de acuerdo. Todo grupo de organismos vivos tiende a los que los biólogos han definido como una unidad evolucionaria estable, la cual puede estar compuesta de individuos de varias especies. Por ejemplo, el cocodrilo que deja que un pájaro le coma los insectos que tiene encima podía simplemente comerse a ese pájaro (en un caso hipotético) y ganar así una comida gratis sin tener que pagar nada a cambio: o sea, sin tener que dejar que el pájaro le coma los insectos. Pero si cada cocodrilo hiciera eso, los pájaros desarrollarían con el tiempo un mecanismo de alerta frente a esa conducta y dejarían de acercarse a los cocodrilos. Estos, entonces, tienen algo que perder también, por lo que es mejor pagar el favor adecuadamente. Por eso, Dawkins concluye que contrariamente a la creencia popular de que los buenos siempre pierden, en realidad los buenos siempre ganan.
De todos los organismos, el ser humano es el único que puede librarse de lo que llama "la tiranía de los genes" y lo puede hacer mediante el uso del concepto de "meme", que él creó. El meme sería lo mismo que el gen pero a nivel cultural: esto es, cada unidad (de tamaño difícil de precisar) que se trasmite de generación a generación a través de la cultura. Los memes evolucionan mucho más rápidamente que los genes. Unos sobreviven, otros perecen. Por ejemplo, la idea socratiana de conocerse a sí mismo es un meme que ha sobrevivido porque ha probado ser efectivo para la vida humana, mientras que la creencia en que la esclavitud es aceptable está (a nivel de la sociedad en general, no quiere decir que no haya individuos que la practiquen o sean partidarios de ella) casi desaparecida.
Si he anotado este largo resumen, es para explicar mejor lo que quiero decir en esta entrada. Y es que el libro ha funcionado para mí como una revelación, en el sentido de que es uno de los mejores concebidos y documentados que he leído en los últimos tiempos. Dawkins trabaja a niveles tan básicos de la existencia que su argumento es una confrontación con la realidad. Y la realidad siempre es preferible. Sólo entonces podemos o no estar de acuerdo, pero el sofisma no tiene sentido. Dawkins, creo, destruye el sofisma.
El libro ha renovado también en mí el interés por la lectura de libros científicos, algo que solía hacer en mi adolescencia pero que después abandoné. Muchos de los científicos que él menciona están trabajando en temas que pueden considerarse pertenecientes a la filosofía, como el origen de la conciencia de uno mismo (una de las teorías, para no dejarlos con la curiosidad, es que el cerebro humano fue creando una representación del mundo y en cierto punto esa representación fue tan grande y exacta que incluyó una representación del cerebro mismo y de la manera como funciona).
Aquí pueden verse algunos de sus documentales.

Monday, December 11, 2006

Jesus Camp

Lo que más me aterra de Jesus Camp, documental reciente sobre varios niños evangélicos que van a un campamento de estudios bíblicos (puede verse entero en www.throwawayyourtv.com, el sitio que miro ahora en sustitución de Youtube, por todos los problemas que convertirse en mainstream implica), no es la manera como tanto niños como padres como trabajadores de las iglesias asumen su religión. No es el hecho espeluznante que un niño pueda ser "salvado" a los cinco años, como si antes de esa edad se hubieran cometido suficientes pecados para necesitar una intervención divina. No es ni siquiera (aunque esto es terrible) el sentimiento de culpa que se les crea constantemente debido a la dicotomía de decidir entre el bien y el mal. Lo que más me aterra es todas las enseñanzas que se les trasmiten y que no tienen que ver con la religión sino que satisfacen una agenda política. En una de las escenas, una madre (la de Levi, el niño "salvado" a los cinco años), cuyos hijos no van a la escuela (ella les enseña todo en casa; 75% de los niños que reciben escolarización sólo en sus casas son evangélicos), les pregunta qué deben responder cuando alguien les hable de calentamiento global. Levi responde que la temperatura de la tierra ha subido sólo en cero punto algunos grados, por lo que es insignificante. Porque ese, dice la madre, es uno de los grandes temas de esa gente, la izquieda, los activistas, etc. En el fondo, en el refrigerador (el lugar al que uno debe dirigirse necesariamente numerosas veces al día), hay una foto de George W. Bush.
¿Cómo es posible que se enseñe una cosa así? Supuestamente el cristianismo es una religión de la vida y por la vida. Pero esa enseñanza es, obviamente, de muerte: descarta toda preocupación por el futuro y por las personas que vivirán en algún momento, incluso sus propios descendientes. Claro, si se asume que el apocalipsis está cerca, entonces ninguna preocupación "menor", como esa del ambiente, merece consideración. Pero, ¿no será que estas personas están tratando de provocar ellos mismos el apocalipsis? (Como señala el autor de What's the Matter with Kansas?, el paisaje de muchas zonas ese estado es un desastre ecológico, provocado, precisamente, por quienes dicen apoyar el modo de vida de la gente de esa zona.) Cuando se asume una visión apocolíptica del mundo, todo lo que contribuya a ella tienda a confirmarla. Pero una solución de este tipo es en realidad muy fácil, porque tiende a liberar a las personas de cualquier compromiso. La destrucción siempre va a ser más fácil. Es lo que me gusta llamar la mentalidad de Macbeth. Este, cuando se ve perdido, trata de arrastrar consigo a la muerte a la mayor cantidad posible de gente. Es la única manera de justificar sus decisiones, su destino. Lo mismo sucede con algunos dictadores. Morir como resultado de un ataque extranjero justificaría toda su vida, por tanto sus acciones están encaminadas a provocar de una u otra forma ese ataque.
Cada señal de que el mundo puede destruirse (real y físicamente) se asume por esta gente como positiva, una señal de que la profecía es cierta, de que el fin de los tiempos está cerca, de que es lo que merecemos los seres humanos, pecadores. Ahora, esa visión de un proyecto mayor, está permeada de lo inmediato político. No sé quién manipula a quién, quién es el huevo y quién la gallina. Bush niega que exista calentamiento global. ¿Lo hace para congraciarse con esa gente, para manipularla, o se hace eco de lo que ellos piensan? ¿Ambas partes están felices de dejarse manipular mutuamente?
Si mal no recuerdo, el cristianismo enseña la separación de la política y la religión ("Al César..."), lo cual no quiere decir que las acciones no tengan una implicación política (en las circunstancias de la dominación romana, ese frase "Al César..." tiene fuertes repercusiones políticas). Pero aquí hay grupos que están trabajando deliberadamente, lo cual me hace dudar que los líderes de ese movimiento tengan, solamente, propósitos religiosos.
Afortunadamente, todo esto cambió un poco después de las últimas elecciones. Esperemos que se imponga el sentido común.

P.S.: Una nota cómica sobre el documental: antes de una de las reuniones, la pastora y el personal del campamento bendicen el local y le piden a Dios que todo funcione bien: que no se vaya la luz, que los programas de las computadoras, Powepoint incluido, no fallen. Me recuerda aquella escena de Saturday Night Live, en la que Jesucristo trata de hacerle entender a una mujer que tiene mucho trabajo y que debe pedirle sólo cosas esenciales, no que el arroz no le quede pegajoso. (Al final de la noche, la luz se va.)

Tuesday, October 17, 2006

(Notas) sobre Chesterton

Releo a Chesterton, The Innocence of Father Brown. Algo que había notado ya, pero que ahora se hace más visible leyendo el original en inglés: el uso moral del paisaje. Ninguna descripción de un paisaje es inocente. Tiene que ver con una estructura narrativa profunda: un estado de ánimo, una recreación poética, una necesidad de retener una visión. Pero en Chesterton esto toma proporciones mayores. Un ejemplo: “The winter afternoon was reddening towards evening, and already a rube light was rolled over the bloomless beds, filling them, as it were, with the ghost of the dead roses.” O sea, las rosas tienen un espíritu, un espíritu fantasmal. Otro: “The thousand arms of the forest were grey, and its million fingers silver.” Este tipo de descripción, donde se combina lo animado con lo inanimado, lo físico con lo moral, nos hace perder toda inocencia con respecto al paisaje. A veces, la percepción de determinadas características hace que el padre Brown intuya el crimen.
No sólo el paisaje, también los objetos tienen cualidades morales. En "The Wrong Shape", el cuchillo que los protagonistas encuentran se vuelve significativo porque tiene la forma equivocada, incorrecta. Esto es, equivocada moralmente, el mismo juicio que el padre Brown, europea y racistamente, emite sobre el arte "oriental": hay colores, belleza, pero al mismo tiempo hay algo profundamente errado en su moralidad y no enseña nada. El crimen, en ese cuento, debe ser torcido, porque el objeto con que se cometió lo es. Viene del oriente, donde todo parece torcido a ojos del padre Brown. Pero las pasiones, los motivos, son del todo occidentales: un clásico caso de celos. El hindú, el ser más retorcido a los ojos del doctor, resulta ser inocente; el asesino es el doctor.
Si para el cristiano (y el padre Brown, como católico, es para Chesterton el mejor cristiano) todo puede explicarse en última instancia como obra de Dios, entonces el paisaje, los objetos revelan algo sobre la naturaleza escondida de las cosas. Por eso el padre Brown reacciona de manera distinta frente al entorno: ve lo oculto, lo siniestro, porque está viendo su dimensión moral. Pero tiene que emitir un juicio y aquí reside su visión limitada, aunque penetrante, de la realidad. Su autoridad viene de la seguridad que le dan sus creencias: todos, al lado de él, tienen visiones parciales. Sólo el padre Brown lo ve todo desde cierta distancia y seguridad. Todo lo puede explicar según la religión de los personajes: este actuó así porque es un ateo, aquel de esta manera porque, aunque cristiano, es puritano. Si reconoce que la experiencia humana es compleja, ¿cómo puede reducirlo todo a una explicación tan sencilla?

Monday, October 09, 2006

En 1984

En 1984, quizás dos años antes,
alguien habló de las formas
en que otros se presentan en las obras
que quieren declararlos al mundo.

Ahora leo esas palabras
y debo creerlas:
hacerlas mías como si fuesen nuevas.

En 1984 no sé lo que pensaba:
estaba feliz de haber reencontrado
amigos de la escuela,
de escuchar clandestinamente
la música que se filtraba, nítida y centelleante,
por las casas cerradas.

Y ahora tengo que leer esas palabras,
redescubrir lo que se dijo
cuando yo no sabía
que algo podía ser dicho y repetido.

Lo perdido,
lo perdido y vuelto a encontrar,
una y otra vez.

Saturday, September 23, 2006

Una fantasía

Soñé varias veces que estaba en Agramonte y que el pueblo tenía unos edificios inmensos y casi desconocidos. Recorría los barrios donde estaban y me preguntaba intrigado cómo era posible que no los hubiera visto antes o que no se hablara de ellos. Algunos eran ruinas de antiguas construcciones.
Otras veces, el sueño se trasladaba a los pueblos circundantes. Unión de Fernández, por ejemplo, que fue un ingenio durante el siglo diecinueve y ahora es sólo un batey. El ingenio fue demolido en 1924 y todavía en los años cincuenta la chimenea estaba en pie. Mi tío Luis dice haber jugado allí: la circulación de aire permitía que uno soltara un sombrero en la base de la chimenea y el aire lo subiera hasta sacarlo por arriba. De niño, yo iba al batey con frecuencia, porque era la bodega donde mi familia compraba la comida cuando vivían en el campo. Como mi padre vivía todavía cerca, mi libreta estaba en Unión de Fernández; todos los años íbamos a comprar allí los juguetes que me tocaban. Siempre visitábamos a su prima, en una de las casonas que rodeaban el ingenio y que ahora estaba dividida en varias casas individuales. No sé cuál era la casa principal, si donde estaba la bodega o la casona donde ella vivía. Las construcciones eran de una piedra gruesa y maciza, hechas para perdurar generaciones enteras. Estaban descuidadas, falta de pintura, pero podrían conservarse siglo más con un mantenimiento mínimo.
En el sueño, Unión de Fernández aparecía más grande de lo que es, con construcciones aún más fascinantes y en mejor estado. Era un destino turístico y tenía secretos por descubrir: las construcciones eran lo suficientes ricas y complejas para tener pasadizos, entradas, patios, varios niveles. Uno entraba y cada paso era una sorpresa.
A veces, en esos sueños, estaba acompañado por amigos de la escuela, a quienes quería mostrarles aquella magnitud desconocida y poco aprovechada.
Creo que aquellos sueños eran una fantasía sobre los pueblos pequeños: la posibilidad de que dieran más de lo que mostraban externamente, de que en ellos hubiera una complejidad no explorada. De ahí lo intrincado de las construcciones, las sorpresas continuas.
Ahora estoy otra vez en un pueblo pequeño, bastante activo, por cierto, pero con ciertas limitaciones. No lo conozco completamente todavía, pero de alguna manera he pensando en la posibilidad de que haya lugares desconocidos e interesantes aún, una puerta que uno abre de pronto y se encuentra que la vida continúa después de las diez de la noche, que hay gente para conservar, luz suficiente y que el día puede durar hasta que uno lo desee. Sé que este pensamiento, que a veces me ha llegado a altas horas de la noche, no es diferente de aquellos sueños.
Sé, también, que tal complejidad no está asociada necesariamente con un lugar, y que cualquier sitio puede ofrecerla. La cuestión reside en encontrarla, si no en un mundo relacional, al menos en uno mismo.

Wednesday, September 20, 2006

Mitos

Un mito es un relato sobre los orígenes que ha sido despojado de su componente religioso. Su posible sabiduría, lo que nos dice sobre la vida humana, está latente, pero no se le venera como realidad o como reflejo de una realidad. Es más bien una curiosidad, una explicación posible. Las religiones activas tienen sus propios mitos, pero estos son leídos de otra forma. El mito, entonces, es un relato subalterno, una categoría inferior: nadie cree en él porque su lado fantástico es obvio y nadie lo venera porque su componente religioso ya no existe.

Sunday, September 10, 2006

En la carretera

Hay un momento, en la carretera de La Crosse a Decorah, en que uno advierte la fragilidad del equilibrio. Es una ruta llena de curvas y colinas, combinadas la mayor parte del tiempo. Hay que manejar atentamente, sin desviar un segundo la atención. Una breve distracción y el carro puede salirse fácilmente de la vía.
En las autopistas, por lo general rectas y planas, manejar consiste en mantener firme el timón. Pero en esta carretera, hay que estar atento, saber disminuir la velocidad y acelerar cuando es necesario, mover el timón con ángulos precisos. No es peligroso, porque en última instancia todo depende de uno. No hay razón para que algo malo pase si uno se aprende bien esto. Supongo que sea así con la mayoría de las cosas que enfrentamos.

Thursday, August 31, 2006

La más vulgar de las tentaciones del arte

Me resisto a la idea de tener que hacer que el conocimiento luzca "cool". Es lo que es, y es "cool" de otras manera, casi secreta. Borges sabía bien esto; por eso le reprocha a Mir Bahadur Alí que haya hecho concesiones a su novela para parecer más genial que lo que era. Sus lectores condicionaron esas transformaciones. Que mis receptores, no condicionen lo que digo.

Wednesday, August 09, 2006

Asfalto en las calles

Un mediodía, cuando regresaba de la escuela, encontré que habían depositado pilas de asfalto en la calle de mi casa y en las aledañas. El asfalto cubriría las calles de rocoso, que desde que me mudé estaban así. Frente a mi casa, se hacía un charco profundo que duraba días. Tanto, que daba tiempo a que los renacuajos crecieran.
Las pilas permanecieron allí durante varias semanas, interrumpiendo el tráfico, sin que nadie se preocupara por terminar el trabajo.
"Es asfalto frío", decían algunos, "eso no va a durar mucho". Se referían a que el asfalto caliente era el que se solidificaba y se volvía liso, duradero.
Al fin, un día aplanaron las calles, que ahora estaban negras. Los zapatos se manchaban y quedaban pegajosos.
El agua, que antes entraba ocasionalmente en mi casa cuando llovía, empezó a entrar con más frecuencia. La calle había subido de nivel.
"Un día", me decía, "echarán asfalto caliente y construirán aceras y un sistema de alcantarillado, y estas calles serán radicalmente distintas de lo que son ahora: algo más que un terraplén ordinario."
Pero nunca sucedió. El progreso no era lineal, como me habían enseñado. No siempre se avanza. Los proyectos se abandonan, especialmente si las prioridades cambian, si el proyecto más general no tiene manera de sostenerse o depende de las circunstancias.
Las calles permancieron asfaltadas durante varios años, hasta que la lluvia y el tráfico fueron esparciendo la gravilla, que ahora se encontraba por todas partes. El terraplén volvió a surgir. El agua dejó de entrar con frecuencia en mi casa.

Tuesday, August 08, 2006

El superhéroe y la estética

Lo que más me interesa del superhéroe es la cuestión estética. Ningún superhéroe se da conocer (el lado público de su persona, claro está) sin un elaborado traje. Su diseño puede costar tiempo y esfuerzo, y a veces hay muchos trajes tentativos, que desdicen de la labor que acometerá más tarde. El traje se corresponde a la personalidad elegida o impuesta. Es una especie de "coming out" sofisticado, en el que a cada elemento de su personalidad correspende un elemento estético.
De todos los superhéroes, el más estilizado (no sólo él, sino toda la atmósfera que lo rodea y sus enemigos) es Batman. Los enemigos, por ejemplo, se convierten en malvados porque se ha operado en ellos una transformación física, que debe manifestarse externamente como una transformación estética. El Joker, en la primera película (hablo de las películas más recientes, porque nunca leí las historietas ni espero hacerlo), se transforma simultáneamente en ambos. Ya era malvado antes, pero su maldad se intensifica al caer en un tanque de ácido y al someterse a la cirugía que le deforma la cara. Hay que ver su reacción de sorpresa y alegría cuando ve su cara en el espejo. Si antes era un matón azaroso, ahora matar se convierte en un elaborado acto estético. No sólo mata, sino que revela hasta el extremo su personalidad cada vez que lo hace. Más aún: mata mediante la transformación de sus víctimas en una extensión de sí mismo. todos terminan con la misma expresión risueña.
El objetivo del malvado es, puede decirse, convertir a todos en sí mismo, hacerlos parte de su realidad, transformarlos en ella. Está solo y mediante ese acto se venga del mundo, de su soledad, de la transformación física que le intensificó su carácter. Dr. Freeze quiere a congelar al mundo entero, hacerlos como él para que experimenten en carne propia su dilema.
No todos quieren matar: otros aspiran al poder, como el Pingüino o Enigma. Quieren crear una dictadura en la que ellos impongan sus reglas (otro aspecto de la revancha).
En Batman, no hay un sólo acto de él o de sus enemigos que no esté cruzado por lo estético. Un ejemplo: cuando el Pingüino instala en el Batimóvil un control remote y empieza a manejarlo a distancia, no basta con que lo haga desde un mando o una computadora. No: construye toda una réplica (paródica) del Batimóvil y se sienta en ella como si estuviera conduciendo el auto real. Sus medios de transporte no son simples botes, sino réplicas de juguetes.
El superhéroe es, a fin de cuentas, una fantasía sobre la revancha del débil, del trajín, del nerd, del freak. Su personalidad "normal" es la del desajustado socialmente. Incluso Bruce Wayne, exitoso empresario y multimillonario, es un solitario y padece de un trauma de infancia que lo impide ser como los otros). Su peronalidad como superhéroe es el reverso de su vida pública, o sea, su proyección, su fantasía.
Y hablando del trauma, el superhéroe y el villano son en este sentido lo mismo. Ambos tienen un trauma, de infancia o de adultos, que los hace convertirse en quienes son. Sólo que el superhéroe opta por la solución positiva (vengarse de quienes lo convirtieron, precisamente, en superhéroe, ayudar a los otros), mientra que el villano opta por la negativa: matar, intentar convertir al mundo en un espejo de sí mismo, entre otras razones porque no sabe quién, específicamente, fue el causante de su mal. A veces, el villano actúa así por error, y puede redimirse, como Dos Caras o Dr. Freeze. En otros casos, no hay redención, porque la maldad es pura (el Joker) o el trauma no puede superarse (el Pingüino).

Thursday, August 03, 2006

Spoon River

Pasaba, por mis viajes a Muncie, por Spoon River y normalmente paraba en el área de descanso a las orillas del río. Hay una placa allí donde se recuerda a Edgar Lee Masters. Nunca pensé que algún día estaría en la región sobre la que escribió los poemas. Incluso pensaba que el lugar era totalmente ficticio: no tenía acceso a más información en Cuba. Por muchos años, Edgar Lee Masters fue el modelo de la concisión, de cómo tratar lo anecdótico en poesía sin degenerar en el mero recuento de un episodio. Los poemas que se publicaron en la revista de la editorial Artes y Letras y que eran anuncio de un libro suyo por publicarse en Cuba han estado conmigo durante mucho tiempo. Los he leído también en inglés. El libro entero son muchos poemas. Como la segunda Antología, que no sospechaba que existía. Nadie, o casi nadie, la menciona. ¿Serán inferiores los poemas? ¿Edgar Lee Masters habrá encontrado un método y lo habrá repetido hasta el cansancio? ¿Su grandeza como poeta se debe a que he leído sólo unos cuantos de sus poemas? No sé. En todo caso, me gustaba repetir la sensación de estar allí, físicamente, junto al mismo río donde escribió, y no decir nada.

Tuesday, June 27, 2006

¿Por qué creer...

...que uno tiene algo importante que decir? Más aún, ¿por qué creer que uno tiene algo importante que decir sobre su propia vida, sobre las cosas que le pasaron ese día o las que está pensando hacer? Un blog es, supuestamente, como un diario, pero en este las cosas se dicen para uno mismo o para alguna entidad con la que sostenemos un diálogo imaginario. Un blog se hace para el espacio público, pero las posibilidades de que vean tu página, de que te lean, de que les interese lo que escribes, de que contesten a tus posts, de que sigan tu progreso, son mínimas. Entones, quizás un blog sea menos leído que los diarios, ya que estos, si valen la pena, terminan publicándose. Se me dirá que también un blog, si vale la pena, tiene muchos lectores. Un blog es, a fin de cuentas, un símbolo de la democratización de la información, del acceso al espacio público y a la escritura, que desde hace mucho tiempo no es un privilegio. Pero son, también, una forma más de anonimato e incomunicación.

Monday, June 26, 2006

Gombrowicz

Leo el diario argentino de Witold Gombrowicz, quien vivió en ese país por veinticuatro año. Es parte del diario que llevó durante muchos años y que está publicado en varios volúmenes. Hay una tensión, una sinceridad, una fuerza en su escritura que hacía tiempo no veía. Un diario debe seguir, a fin de cuentas, reglas como cualquier otro tipo de escritura. Pero su diario no consiste en registrar los hechos del día, sino el impacto de esos hechos. Sabemos muy poco de lo que realmente hizo: sólo sus impresiones. A veces, las anotaciones son largas, pero en estos casos son más bien reflexiones sobre temas diversos; otras, son muy cortas y enigmáticas. Lo que más me atrae es la distancia irónica que pone entre él y todo lo sucede.

Saturday, June 17, 2006

He comenzado...

He comenzado este blog para comentar algunas cosas que leo. O sea, que será mis notas de lectura pero con la posibilidad de que no sean sólo privadas. De alguna manera, siempre me he sentido tentado a registrar todo lo que leo, pero nunca lo he hecho. No me refiero a comentar las lecturas, sino literalmente a elaborar una lista de todos los libros que he leído. No sé si puede hacerlo en este momento, porque empecé a leer hace mucho tiempo, aunque no leía mucho durante mi infancia. Algunos amigos míos empezaron a leer desde muy temprano: yo llegué tarde a la lectura, a la literatura en general.